Todas sabemos que la limpieza facial diaria “aunque no te hayas maquillado” es fundamental para mantener nuestra piel en optimas condiciones, aunque no todas lo llevamos a rajatabla. En nuestra experiencia en el cuidado de la piel nos hemos dado cuenta de que muchas de las personas que se ponen en nuestras manos no conocen ni siquiera los pasos que hay que seguir o los productos que nunca pueden faltarnos para que la limpieza sea correcta, por eso nos hemos aventurado a explicarlo en nuestro blog.

  • Es imprescindible limpiar el rostro mañana y noche, ya que mientras dormimos la piel entra en fase de regeneración celular y a su vez, limpiar el rostro por la mañana es necesario para eliminar el exceso de grasa segregado durante la noche.
  • Puedes elegir entre una leche o un jabón limpiador suave especifico para rostro.
  • El agua no debe de ser ni muy caliente ni muy fría, ya que en ambos casos provoca deshidratación e irritación.
  • Prohibido dejar de lado el tónico, ya que nos aporta un sin fin de beneficios: Restablece el pH y equilibra la piel.
    Tiene propiedades reafirmantes lo que ayuda en la lucha contra el envejecimiento prematuro. Ayuda a calmar la piel y la revitaliza. Cierra los poros.
  • Elimina todo tipo de impurezas y restos de maquillaje, dejando la piel perfectamente limpia para que el resto de productos penetren en las subcapas de la piel de forma adecuada y efectiva.
  • Potencia el efecto del resto de productos de tu rutina facial.

Lo ideal es que conozcas tu tipo de piel y utilices los productos adecuados. Si no estás segura del tipo de piel que tienes, pregunta a un experto.

Al limpiar nuestra piel, además de liberarla del maquillaje, eliminamos las células muertas, el exceso de grasa producido durante el día y los residuos de polución acumulados. No olvides desmaquillarte a diario, tu rostro te lo agradecerá y tu lucirá radiante y llena de vitalidad.